Coincidiendo con la exposición que hay en Sevilla sobre las misiones pedagógicas y con el recién pasado y festejado día del títere quiero rendir un pequeño homenaje a los títeres de cachiporra que son parte esencial del mundo del TEATRO. Ya en tiempos de la república fue uno de los recursos que se utilizaba para llevar la cultura a esa España profunda a través del entretenimiento.
En estas imágenes de no hace ni cien años se puede casi sentir la magia de unos títeres de guante que con su arte arrancaban las sonrisas de todo tipo de público.
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Grandes artistas de la literatura han escrito obras exclusivamente para los títeres de cachiporra que en ocasiones se llaman también marionetas de guiñol, préstamo del francés.
En las fotos Lorca con el famoso "Cristobita" y Alberti con su simpática sonrisa
mientras maneja un títere de guante .
Sin embargo mis recuerdos infantiles me transportan a la antigua plaza de Canalejas, en Cádiz, en la
que cada verano con gran expectación esperaba que se abriera el telón de un teatrillo para ver al pequeño héroe infantil, Chacoli, creado por el desaparecido Talío y con quien tantas veces disfruté.
Estoy segura de que Chacolí fue uno de los personajes que más influyó en mi aficción temprana por el teatro. Bravo por él y por todos los titiriteros que día a día alimentan la ilusión de miles de pequeños y mayores a la vez que siembran cantera de este arte tan maravilloso .
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