miércoles, 13 de agosto de 2014

En cualquier parte

Cuando hay algo que nos apasiona todos nuestros sentidos están alerta para captar algo de lo que nos interesa. Eso fue lo que me pasó hace muy poco en una crepería de la archiconocida Place du Tetre. En medio del salón, en un lugar privilegiado encontré esta maravilla que aunque no se aprecia muy bien por la escasa calidad de la foto, se intuye al menos el conjunto.


Se trata de un pequeño organillo , también llamado en Francia orchestrophone que además de tener ese sonido tan peculiar presenta una puesta en escena increíble.



 Este tipo de organillo funciona como un órgano tradicional . Al hacer girar la manivela se mueve sobre su eje un cilindro con púas diversas que mueven y percuten las cuerdas del piano interior.  Su origen se remonta a principios del siglo XIX en Inglaterra a pesar de que la fama la tiene el país galo donde aún podemos ver a bastantes organilleros aunque no tan historiados como los originales.


Este último es de los famosos hermanos Limonaires de Paris
.

Para que haya sonido ambiente podéis ver este video que  con su sonido nos transporta a otro lugar.

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